Entradas

Mostrando entradas de abril, 2013

Decálogo del Trabajador

Imagen
Trabajaré porque Dios también trabaja. Es mi deber. También es mi derecho. Trabajaré sin olvidarme de Dios, ni descuidar a mi cónyuge ni a mis hijos. Aún si eso implica ganar un poco menos. No seré esclavo del trabajo. Trabajaré para vivir y no viviré para trabajar. Por eso trabajaré seis días y descansaré uno. Soy humano y no máquina (aunque hasta las máquinas descansan). No seré esclavo de ningún otro hombre. Seré conocedor de cuáles son mis derechos laborales, y pediré que siempre los respeten.

¡Devuelva ese celular que no es suyo!

Imagen
Estaba en el centro de atención al cliente respondiendo una serie de preguntas para bloquear el número del equipo celular que había perdido. La señorita me pregunta: ¿fue por pérdida o por robo?, por pérdida – le contesté. Pero luego caí en cuenta: también fue por robo. Cierto que lo perdí llegando a la ciudad de Lamas, pero alguien lo encontró y en vez de responder a mis llamadas, decidió quedarse con mi celular, apagó el equipo y me lo robó. ¿Qué habría hecho usted...? ¿Se quedaría con un celular que no es suyo? (sea sincero en responder) ¿Estaría atento a la llamada de su dueño para indicarle dónde recogerlo o diría: “¡qué suerte! me encontré un celular” y se quedaría con él? Bueno, si es de estos últimos, espero que se de cuenta que es un ladrón de ocasión: Está dispuesto a robar cuando se le presenta la oportunidad, si el riesgo de ser atrapado es mínimo; pero por definición, si se queda con lo ajeno entonces es ladrón.

Religión y buenas obras... en secreto

Cristianos que oran sacrificialmente repitiendo por mucho tiempo sus oraciones, o usando palabras rebuscadas, expresiones teológicas, palabras hebreas, y hasta impostando la voz, gritando para mostrar que saben orar “con poder”. Cristianos que se jactan de ayunar mucho o practicar otro tipo de “renuncias” para despreciar a quienes no ayunan como ellos. Cristianos que se preocupan de ser vistos, fotografiados y aplaudidos, admirados, buscando ser reconocidos por ayudar a los pobres y necesitados. Cuidado. Jesús dijo que las obras de bien y las prácticas religiosas no deben tener como fin el atraer miradas hacia uno mismo, para quedar bien con los demás, ser alabado y enorgullecerse de “ser mejores” que otros.