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Mostrando entradas de agosto, 2012

El regreso de Jesucristo

Jesús dijo que volvería a la tierra para traer con él el Reino de Dios. Los apóstoles transmitieron estas enseñanzas a los discípulos de Jesucristo, y estos a su vez a las siguientes generaciones de creyentes. Jesús mismo dijo*:  No se angustien, crean en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay. Voy a preparar lugar, y vendré otra vez, y los tomaré conmigo. 

A menos ropa, más ventas...

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“Para vender más tienes que desvestirte (o desvestir a alguien que se vea mejor)”… Es un recurso publicitario casi matemático, una regla inversamente proporcional: Menos ropa igual más audiencia y más ventas. Por eso vemos mujeres desvestidas hasta en los comerciales de ropa de vestir. Están en los comerciales de cerveza, en los catálogos de herramientas, en las exposiciones de automóviles, las ferias de alimentos, shows infantiles, publicidad de institutos de educación superior... están en todo lugar. En los diarios no falta la chica del día, como si los lectores dejaran de informarse por no ver "a la malcriada". Pienso en este asunto y recuerdo “la voz de los ochenta” y su protesta contra el consumismo sexual. “Los prisioneros” lo denunciaron de manera directa, con ritmo, mofa, y hasta con insultos. En su canción “Sexo” se dirigen al cliente fácil (la raíz del problema), quien seducido por nuevos tiempos de liberalidad se deja llevar por sus instintos y no por su razón

Contentamiento: Un rechazo a la ambición y al conformismo

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La codicia, la avaricia y la ambición por un lado. El conformismo, la apatía y la ociosidad por el otro. Ambos extremos del camino son para nuestro mal. Porque esa ambición dañina y “deseo ardiente” y desmedido por algo, oscurece nuestra visión e invierte nuestras prioridades para dejar lo realmente valioso, y nos tienta a usar cualquier medio para conseguir riquezas, fama o poder. Por otro lado, carecer de deseos de superación y no dar lo mejor de nosotros con esfuerzo, dedicación y trabajo, nos impide disfrutar la vida y proveer un mejor futuro para nuestra familia y comunidad. Entonces, ¿cómo podemos anhelar superarnos sin que las ansias de progresar nos aflijan? ¿Cómo disfrutar lo que tenemos en lugar de envidiar o quejarnos por lo que nos falta y a la vez no ser atrapados por el conformismo?... La Biblia tiene la respuesta, lo llama “Contentamiento”.

La maldad humana y la ira divina

Una breve explicación del comportamiento humano, del porqué de tanta maldad en el mundo, del porqué Dios “no actúa”, su ira, su paciencia y su justicia; respuestas según la Biblia que encontramos en los primeros capítulos de la Carta a los Romanos. A continuación, la paráfrasis de algunos pasajes: La ira de Dios se manifiesta contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad estorban la verdad. Porque no tienen excusa, pues saben de Dios ya que él mismo se los reveló; porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, las entienden claramente a través del diseño en la naturaleza y el universo, por medio de las cosas hechas. Pero no le glorifican como a Dios, ni le dan las gracias, sino que siguiendo vanas reflexiones, se extravían en inútiles razonamientos y su necio corazón queda entenebrecido. Cambian la verdad por la mentira, honran la materia, adoran a seres creados antes que al Creador, profesan ser sabios pero son necios.

Ganar, pero respetando las reglas.

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Ningún deportista puede conseguir una medalla sino sigue las reglas del juego. Saben bien que no solo se trata de llegar primero, lanzar más lejos, levantar más peso o hacer más anotaciones. Sino que además debe hacerlo respetando las reglas, sin usar sustancias prohibidas, ni hacer trampa, ni siquiera esas “trampas” que parecen no serlo, como las que se dieron en estas Olimpiadas, cuando ocho deportistas asiáticas fueron descalificadas por no dar lo mejor de sí, sino que premeditadamente buscaron perder el partido con la intención de asegurar un pase más fácil en la próxima ronda.