El juramento de todos los peruanos

No sólo el presidente y los congresistas han juramentado. Todos los peruanos lo hemos hecho. Es más, cada vez que cantamos el himno nacional recordamos nuestro deber de cumplir con nuestro juramento. Si se le pasó desapercibido medite bien en lo que decimos en el coro:

Que primero el sol deje de existir,
antes de incumplir aquel voto solemne,
que como Patria elevamos a Dios:
¡Ser libres por siempre!

Que, en su forma original, a la letra dice:

¡Somos libres! ¡Seámoslo siempre!
Y antes, niegue sus luces el sol
Que faltemos al voto solemne
Que la patria al Eterno elevó.

¡Hemos jurado ser libres! y este juramento lo hemos elevado al Eterno, al Creador del universo. Hemos hecho un voto para ser siempre libres como Nación y como personas.

Pero aunque el himno se compuso en el año que el Perú declaró su independencia del imperio español, Dios espera que nuestra determinación por la libertad sea plena y permanente, puesto que es peor permitir una opresión interna, entre peruanos, en la que se permite el abuso de poder hacia los débiles, la esclavitud de los sueldos bajos, el sufrimiento de quienes no pueden acceder a los servicios de salud y educación, la violencia del que roba, golpea, mata, etc. Todavía no somos libres.

Aún más, Dios también espera que los peruanos seamos libres en nuestro interior, con la libertad para decidir por lo bueno y la capacidad de hacer lo correcto, lo mejor. Lo mejor para nosotros mismos, nuestras familias y nuestros semejantes. Con libertad en el alma para vivir bien y disfrutar de esta vida.

Libres del poder del orgullo, del egoísmo, de la envidia, de la ira, de la deshonestidad, la avaricia, la mentira, la hipocresía y la religiosidad. Libres de la esclavitud del miedo y la depresión, de resentimientos y de tristes recuerdos... Libres de supersticiones, cábalas, amuletos; libres de inmoralidades sexuales, de borracheras, de drogas, libres de todo aquello que nos hace daño a nosotros, a nuestras familias y a nuestros compatriotas. Libres de verdad.

¡Tenemos que luchar por esa libertad!  Poco servirá recordar que desde hace 190 años somos libres del poder de un imperio, cuando todavía somos esclavos de un imperio de maldad, que no se origina de afuera sino que desde nuestro interior nos lleva hacia lo malo y lo pecaminoso, de tal manera que aún sabiendo que algo está mal, aún así se persiste en hacerlo... porque esto sí que es verdadera esclavitud. ¡Millones de peruanos son todavía esclavos de sí mismos! y Dios está esperando que cumplamos con lo que hemos jurado.

Ante esto, Jesús el libertador dijo*: “Si ustedes son mis seguidores, conocerán la verdad, y la verdad los hará realmente libres”. En él podremos cumplir con nuestro voto. Y el sol de la gracia y paz jamás dejará de alumbrarnos; más aún, si cada día renovamos “el gran juramento que rendimos al Dios de Jacob”.

*Juan 8:31-32,36.






Publicado el 30 de julio del 2011

Comentarios

  1. me encanta esta entrada!!
    bonito espacio con excelente material
    Dios bendiga y prospere toda obra de vuestras manos

    Saludos de bolivia

    Milca

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  2. Me gustó mucho esta entrada de este blog. De verdad, ¡muy interesante¡ Hce años que tengo en mi corazón hacer algo parecido con el imno de mi nación, lo cual es parte de un libro que planeo escribir, del cual ya he publicado una pequeña parte en un blog, al que titulé: Sueños y Visiones: http://sue-osyvisiones.blogspot.com/
    Y es posible que después de leer esta entrada, me anime a seguir escribiendo del asunto.

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