Día de Acción de Gracias por el Perú


Hay muchos motivos que los peruanos tenemos para agradecer a Dios. Darle gracias por lo que hemos podido avanzar, por el crecimiento de la producción, por la reducción de la pobreza, por el aumento de inversiones, porque seguimos viviendo en democracia, por ser un país que todavía profesa ser cristiano, por las libertades de pensamiento, de culto. En fin, hay tanto para agradecer a Dios: Nosotros trabajamos, actuamos, pero es Dios quien nos da la vida, hace germinar la semilla, y nos da las fuerzas, la inteligencia y prospera el esfuerzo de nuestras manos. Esta tierra es suya, y le agradecemos por poder disfrutar de ella.

Por supuesto, hay muchas cosas que están mal y que debemos trabajar para cambiar; pero lo malo que vemos en nuestro país, no debe nublar nuestra visión de futuro. No debemos dejarnos llevar por el pesimismo y la desesperanza. Sí, todos vemos lo mucho que nos falta, pero debemos ver también todo lo que hemos avanzado, aún si fuera poco; sumado a lo mucho que Dios nos ha dado en recursos naturales y humanos, ¡Cómo no agradecerle!. Debemos dar gracias a Dios aún por lo que nos dará, pues los mejores tiempos están por venir.

“La grandeza del Perú no está en el pasado, sino en el futuro”, dijo el pastor Miguel Bardales en la última ceremonia de Acción de gracias a Dios por el Perú. Acto que por cinco años consecutivos ha organizado la comunidad evangélica, y se ha realizado en la iglesia de la Alianza Cristiana y Misionera del distrito de Pueblo Libre, en Lima. Anunciando también, que por decreto supremo será designado el 30 de julio de cada año, para tal fin.

Que bueno establecer un día en especial para expresar nuestro reconocimiento a Dios, y nuestra esperanza en él. Esperamos que no se convierta en sólo una tradición más, sino que sea una convicción diaria, creciente, viva y práctica. En la que podamos inculcar en los niños la fe y los valores necesarios para construir un Perú grande.

El Ps. Bardales hizo la reflexión basado en el pasaje bíblico que registra la ocasión en que los discípulos de Jesús trataron de impedir que los niños vinieran a él. Jesús les dijo que no deben hacerlo, “porque de los tales es el reino de los cielos”. (y si el reino de los cielos pertenece a los niños, el Perú también les pertenece).

En el futuro próximo, esta tierra estará en manos de nuestros hijos. Y es nuestro deber enseñarles a que la administren de mejor manera que nosotros, valorando los principios cristianos, y siguiendo las enseñanzas de Jesús. Nadie debe impedir que los niños se acerquen a Dios, ni con el mal ejemplo, ni con leyes totalmente contrarias a la naturaleza y la Biblia, ni propiciando el establecimiento de un estado anti-Dios en el que ni su nombre se mencione en los colegios. Si queremos un Perú mejor, sembremos en los niños hoy respeto a Dios y a sus principios de vida.

Y aún más. Jesús dijo que los adultos debemos ser como niños, que necesitan de sus padres. Si queremos crecer como Nación, entonces debemos volver con fe a nuestro Padre espiritual, y encomendarnos a él para recibir guía, provisión y en el futuro sembrar para cosechar desarrollo integral.

Gracias a Dios, hay esperanza de mejores tiempos en él.




Publicado el 31 de julio del 2010

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